domingo, 25 de septiembre de 2016

Dìa de prueba.

  Pues ya llegó el mañana. Tras un día de trabajo de prueba "voy a intentar trabajar que me encuentro mejor y si me encuentro mal me siento...", pues ese día de prueba se convirtió en un día fuerte de trabajo. Medio drogada por el diazepam y "antidolores" varios, hicimos frente a 25 mesas llenas de clientes hambrientos y sedientos. "Siéntate" me decía mi marido mientras mi mente me decía: "¿estás "pillá"? ¿Cómo voy a sentarme tal como está todo de lleno?". Pues después de 5 horas interminables, ahí estaba, como si nada. Currando como la primera, disimulando el dolor, soportable. Me rio de esas personas que se dan de baja en cuanto tienen un pequeño dolor. Claro, no les duele el bolsillo, no sale de su bolsillo el dinero que les pagan. Y se siguen aprovechando del empresario, de las bajas, la mayoría MENTIRAS, Quizás el gran empresario pueda permitirse "esos lujos" pero un autónomo, una persona que tiene un bar donde trabaja la familia, a ése lo arruina. Yo le daba a todas esas personas que hablan sin saber, que regentaran un bar 6 meses y luego que opinen. Y después que digan que si existen los contratos basura... ¿Por qué no hay más contratos fijos? Por la cantidad de sinvergüenzas que existen. Por cierto, encantada de volver a trabajar.

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