lunes, 26 de septiembre de 2016

Lunes de descanso

  Y llegó el ansiado día de descanso. ¿Y ahora qué hago?¿Por dónde empiezo? ¿Voy al gym? ¿Me quedo en casa recogiendo, limpiando, lavando ropa y planchando? Al final ni lo uno ni lo otro. No voy al gym porque me entra cargo de conciencia con todo lo que tengo que hacer en casa. Me quedo y desayuno tranquila mientras veo callejeros viajeros y se me cae el mundo encima. Después de muchos años se cuál es mi vocación, ser rica y viajar. Pero va a ser que no. Y como me tengo que poner las pilas para adecentar la puta casa, me tomo mi tiempo para ver Facebook y de paso escribir un ratillo, porque eso es lo que me gusta de verdad, escribir. Sería feliz en un sitio solitario, en una casita en el campo o frente al mar, con muchas ventanas, toda decorada de madera, con muchas plantas, despertarme al amanecer y escribir, y escribir y hacer fotos. Dedicarme sólo a mi y a plasmar en papel (pantalla) todas las ideas que tengo en la cabeza y que me despiertan por las noches, pero que se me olvidan por la mañana y por la noche estoy demasiado cansada para levantarme y anotarlas. Se que tengo que hacer algo con mi mente porque no voy a acabar bien. Es mi problema, no estoy contenta con mi vida y sin embargo se que es lo mejor que voy a tener. Porque es muy fácil decir :"si quieres puedes cambiar de vida" JAAA y JAAA. Eso es de manual de psicólogo. Y el problema es que sé lo que tengo que hacer para ser feliz, si me hicieran un examen "¿sabes qué hacer para ser feliz?" tendría de nota un 9,5, pero al ponerlo en práctica tendría un 2. Así somos los humanos, gilipollas" perdíos", porque no somos ni gilipollas encontrados. Pues nada, a limpiar, planchar y putadas varias.

domingo, 25 de septiembre de 2016

Dìa de prueba.

  Pues ya llegó el mañana. Tras un día de trabajo de prueba "voy a intentar trabajar que me encuentro mejor y si me encuentro mal me siento...", pues ese día de prueba se convirtió en un día fuerte de trabajo. Medio drogada por el diazepam y "antidolores" varios, hicimos frente a 25 mesas llenas de clientes hambrientos y sedientos. "Siéntate" me decía mi marido mientras mi mente me decía: "¿estás "pillá"? ¿Cómo voy a sentarme tal como está todo de lleno?". Pues después de 5 horas interminables, ahí estaba, como si nada. Currando como la primera, disimulando el dolor, soportable. Me rio de esas personas que se dan de baja en cuanto tienen un pequeño dolor. Claro, no les duele el bolsillo, no sale de su bolsillo el dinero que les pagan. Y se siguen aprovechando del empresario, de las bajas, la mayoría MENTIRAS, Quizás el gran empresario pueda permitirse "esos lujos" pero un autónomo, una persona que tiene un bar donde trabaja la familia, a ése lo arruina. Yo le daba a todas esas personas que hablan sin saber, que regentaran un bar 6 meses y luego que opinen. Y después que digan que si existen los contratos basura... ¿Por qué no hay más contratos fijos? Por la cantidad de sinvergüenzas que existen. Por cierto, encantada de volver a trabajar.

sábado, 24 de septiembre de 2016

No aprecias lo que tienes hasta que te falta.

   Estás cansada de trabajar, de tu monotonía del día a día. Que si el despertador a las 7 y media, preparar desayunos, llevar a la niña al cole, en el mejor de los casos , que es el mío , y tu trabajo te lo permita, ir al gym, limpiar, hacer de comer, recoger a la niña del cole. Saludar hipócritamente a las madres super arregladas y preparadas (ole su coño), prepararlo todo para trabajar por la tarde, que es mi caso. Terminar de trabajar a las 2 de la mañana y vuelta a empezar. Y de los fines de semana ni hablamos. Trabajar desde la 1 del mediodía hasta las 4 de la mañana. ¿El tiempo libre? Para descansar. Y vuelta a empezar. Y me pregunto "¿Y esto es vida?" Y todo para pagar, pagar y pagar. Nada de vacaciones, nada de escapadas, nada de nada.
   Pero mire usted, que con esos pensamientos negativos, me quedo una semana en cama, sin poder casi moverme, como si me hubieran partido por la mitad, después de 2 días de pruebas y nolotil inyectado y creyendo que era un còlico nefrítico, resulta que tengo una lumbalgia del 15. Y con 24 horas para pensar y recapacitar, me doy cuenta de lo que tengo, de lo afortunada que soy y que simplemente tengo que disfrutar de cada momento, del día a día. A esos pensamientos me ayuda el diazepam que me tiene medio drogada casi todo el día. Ahora lo único que quiero es dormir, dormir y dormir y que se me pase este puto dolor. Y mañana, ya veremos.